I.- El soldado
Erase una vez (si, así comienzan las historias para mi)
Algunos años atrás vagaba por el mundo una doncella, ella estaba sola en el mundo y sabia que era distinta, la gente se lo hizo saber muy bien, siempre de una manera muy cruel, pero ella seguía adelante, aprendió a ignorar a la gente a pesar de que sabia algo que ellos no... -"Estamos todos conectados por hilos invisibles, si dañan a alguien se dañan a si mismos"-, aprendió a defenderse sola, pues sus padres, el terrateniente y su esposa, murieron durante la guerra de los 3 reinos, ella se salvo quien sabe por que milagro, se refugio en un bosque lejos de la ciudad y es ahí, donde transcurre nuestra historia...
Vagaba siempre acompañada por animales, por caminos perdidos por los que los humanos no se atrevían a transitar, vio cosas maravillosas en sus viajes, como el día que vio el viaje de las animas hacia lo profundo del bosque, o cuando avisto al ultimo unicornio, ella sabia el lenguaje de la tierra, de los animales, de las animas, pero tantos años de soledad la hicieron pésima en el lenguaje humano, esto ultimo quizás no era su culpa, ella siempre hablaba claro, siempre hablaba con la verdad, pero la gente común no lo hacia por lo que pensaban que ella mentía o mentían ellos por lo que perdió la costumbre de hablar con ellos, prefería toda la vida del bosque a hablar con todos los humanos de la tierra...
Un día paseando cerca del río, mientras hablaba con una familia de zorros sintió un escalofrío, los animales chillaban a lo lejos aterrorizados, los pequeños zorros le dijeron que se escondiera, que hacia unos días andaba un monstruo cazando animales, corrían los rumores de que era espantosamente cruel, que tenia garras enormes y quemaba a los pobres animales sin piedad...Ella espantada se levanto y les dijo que tales monstruos no existían, que solo los humanos eran capaces de tanta crueldad pero ninguno se atrevía a adentrarse tanto en el bosque, prometió buscarlo y correrlo del bosque, los animales le decían que volvería, que debía hacer algo mas, pero ella había jurado que jamas tomaría otras vidas, que no seria como los demás humanos...Camino y camino, por 4 noches busco hasta que el olor de la leña quemada le mostró donde se encontraba este monstruo, se acerco con sigilo para ver de que se trataba, no era un monstruo ni mucho menos, era solo un soldado, un hombre, ella lo miro con curiosidad, durante largo rato, nunca había visto uno así, piel oscura, ojos negros y brillantes como obsidianas, pelo negro como la noche, siguió observando, noto que estaba herido y le costaba moverse, no sabia si acercarse, estaba armado, y ella era rápida pero el, era un soldado entrenado...
3 días completos con sus noches lo estuvo observando, el no la veía, ella pensaba que hacer para que dejara de cazar a sus amigos animales, sintió compasión del soldado, sintió compasión de verlo tan mal herido, pero no podía intervenir, era probable que pensara que era una presa al igual que los pequeños animales y ella no quería morir aun, faltaban muchos bosques por recorrer; La ultima noche, mientras lo observaba y esperaba que el fuera al río por agua (pues de tanto observarlo ya conocía sus rutinas) para husmear el campamento y dejarle algunas plantas que lo ayudarían con sus heridas (le llevaba Perejil, Salvia, Romero y Tomillo) y mientras estaba ensimismada pensando como alejarlo sin dañarlo, sintió nuevamente el escalofrío, algo no estaba en su lugar, el soldado se demoraba mucho en dejar el campamento, cuando de pronto el hablo...-"Cuanto mas pasara para que te acerques? 3 días vigilandome no han sido suficientes?- ella seguía en silencio, le impresiono su voz parecida al trueno, no se atrevía a moverse y comenzó a temblar como una hoja, el sabia que ella estaba ahí desde el primer día, sintió terror y comenzó a retroceder lentamente hasta que el nuevamente hablo: -"No te haré daño, es probable que ni siquiera viva mucho mas, las heridas comienzan a infectarse y pierdo las fuerzas cada día mas, acércate y conversa conmigo, este bosque es solitario y la muerte suena menos terrible teniendo alguien con quien hablar.- Se asomo con recelo tras el árbol donde se escondía, ahora fue el turno del soldado de mirarla con curiosidad, cabello largo y enmarañado, lleno de hojas y flores, vestida con una vieja piel de oso, blanca como la luna, la observo por tiempo indeterminado, sin saber que pensar de alguien así, hasta que ella hablo, al principio muy despacio, no solía hablar humano, así que se sintió un poco torpe: -"Estas plantas servirán para tus heridas"- el la miro divertido y las tomo, agradeció las plantas y le pregunto su nombre, rió de su cara cuando ella noto que no recordaba su nombre, -"Te llamare Flora, estas llena de hojas y me has traído estas plantas, yo me llamo Malk" y sonrió, por primera vez en mucho tiempo ella al verlo sonreír así sintió algo tibio en el pecho que le quito el miedo y por fin se acerco...
Ella lo visitaba por las noches, le llevaba comida para que dejara de cazar, mas plantas para que curara sus heridas y su compañía, que parecía ser lo que Malk mas apreciaba...Un día Malk decidió que debía enseñarle a defenderse, el no estaría ahí para siempre, había una herida terca en su pecho que se negaba a sanar y le daba un mal presentimiento, y le dijo. -"No te pasaras toda la vida en este bosque, debes aprender a defenderte, debes aprender a luchar, no todos tendrán buenas intenciones contigo, debes anteponerte a todo y ganarles antes de que alcancen siquiera a pensar en hacer algo"-
ella insistía en que no necesitaba eso, que sin pelear podía lograr tanto como con una espada pero ante la insistencia de Malk acepto que el le enseñara, aprendió a usar cada arma que conocía Malk, aprendió a leer los movimientos, la voz y todo lo que fuera útil para defenderse de los humanos, aprendió a sobrevivir aun mejor en el bosque pero también entre la gente, Malk se sentía orgulloso de ella y de lo rápido que aprendía, Flora, flora no sabia que pensar, solo sabia que lo miraba y le dolía el corazón...
Y así querido lector paso un año y medio, Malk parecía mejor de sus heridas a pesar de que la del pecho jamas cerraba del todo, Flora se había vuelto una parlanchina y muy hábil en todo lo que le enseño Malk, pasaban los días bajo los arboles, junto al río, ella cantaba, el la observaba, a veces luchaban para que Malk comprobara que Flora había aprendido bien, hasta que claro, como la vida no es nada justa Malk empeoro, llego la fiebre y los delirios, la herida del pecho que jamas sano se infecto y junto con eso infecto todo su cuerpo, el moría y no había nada que Flora pudiese hacer...
La fiebre no bajaba y entre los delirios de Malk una noche pensando que estaba en batalla comenzó a perseguir a Flora confundiendola con un enemigo, Flora corrió lejos de su alcance pero siempre vigilandolo, lloraba amargamente pues sabia que no había nada que hacer, así que cuando la fiebre colapso el cuerpo de Malk ella se acercó y vio que el nuevamente la reconocía, ella dejo de llorar, sabia que el se preocuparía y Malk le dijo: -"Te ame como nunca había amado a nadie, te enseñe todo lo que se para que puedas defenderte sola, pero mi camino termina aquí"- Flora lo estrecho contra su pecho, prometió que nunca lo olvidaría, ni sus enseñanzas y por primera vez en su vida, uso la palabra Amor, si, ella también lo amaba como a nadie en todo el mundo y al morir se llevaría su corazón con el...
Se quedo abrazada a el hasta que su cuerpo se enfrió, tomo su yelmo, sus armas y su capa, solo dejo su espada mas grande y como pudo adentro su cuerpo en el río, sobre una balsa que improviso con troncos que habían en la orilla, no quiso que el fuego se lo llevara, así que lo cubrió de flores blancas y dejo que la corriente se lo llevara lejos...Ella se encerró en su caverna durante mucho tiempo, pero que haría? no había nada que hacer, solo se sentía segura en su bosque, no tenia nada que hacer entre los humanos, que dirían de una mujer ataviada con un yelmo y una capa anticuada? y claro portando las armas de Malk...
Dos años pasaron desde que se despidió de Malk, pasaron muchas cosas y conoció a algunos seres de los que quizás en otra historia les pueda contar...Hasta que un día el aullido de un lobo la despertó a la mitad de la noche....
Continuara....
